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La Gracia de Dios

Es difícil 
explicar un concepto divino con palabras humanas
 
Por Samuel Santiesteban

Yo soy un miserable pecador

Una historia de dolor horrible

Imaginemos a una familia hermosa con un hijo de tres años de edad, a quien aman entrañablemente. Este niño se ha convertido en una fuente de atención y alegría para todos en el hogar. Está creciendo y se desarrolla con plenitud. Todos en la familia están felices con esta nueva criatura.

De pronto, en la mañana de un día fatal, cuando la familia se alistaba para llevar al niño a la guarderia infantil, al salir a la puerta de su casa se encontraron frente a frente a un hombre malvado que de una manera cruel y despiadada descarga varios disparos sobre el cuerpecito de este niño y con toda su frialdad lo deja muerto frente a sus padres y vecinos.

Este sangriento crimen deja a esta familia destrozada y sin duda alguna, los marca a todos por el resto de sus días en esta tierra.

Papa, mama y el bebe

¿Cuál sería la actitud de estos padres?

 

Opción # 1Si ellos sacaran un revólver y lo mataran con sus propias manos, entonces a esto le llamaríamos: VENGANZA.

Opción # 2Si llaman a la policía y levantan cargos contra el asesino, y esperaran que lo capturen y juzguen frente a un tribunal. Entonces a esto le llamaremos: JUSTICIA.

Opción # 3. Si los padres de esta criatura indefensa perdonasen a este asesino, lo invitaran a vivir en su casa, le hicieran parte de su familia y no cesaran de contarle del amor de Dios. 

Supongamos que estos padres hacen lo indecible por conducir a este criminal por los caminos del Señor y le perdonan de todo corazón ¡Esto no tiene otro nombre que: GRACIA!

 

¿Quién puede vivir a plenitud esta gracia?

Yo sólo conozco a uno, quien fue desechado, ultrajado, clavado en una cruz y lacerado por hombres malvados y criminales; sin embargo sólo exclamó antes de morir: "Padre perdónalos, porque ellos no saben lo que hacen". (Lucas 23:34).

¿Será esto una ilustración ficticia?

Tal vez usted está pensando que jamás podría suceder algo así; pero permítame decirle que esta Ilustración trata de explicar en alguna forma el mensaje de la Gracia de Dios.

Usted y yo hemos ofendido a Dios y a Su Ley Divina. No sólo lo hemos hecho en el pasado, sino que lo hacemos todos los días de nuestra vida. Dice la palabra de Dios "por cuanto todos pecaron y están destituídos de la gloria de Dios". (Romanos 3:23).

Dios nos declara culpables de pecado y la sentencia está establecida: "porque la paga del pecado es la muerte". (Romanos 6:23).

¡Ah! y esta muerte no es sólo física, sino que también es una muerte eterna, donde el alma queda totalmente separada de la presencia y de la comunión con Dios. Quedando en un lugar de tormento eterno llamado infierno, y la verdad que esto me suena muy espantoso, pues estamos refiriéndonos a la eternidad.

Si Dios permite que la sentencia se lleve a cabo Él está haciendo justicia. Está dando a nosotros, lo que merecemos por nuestras obras, y por nuestra propia naturaleza pecaminosa congénita. (1 Corintios 15:21).

Sin embargo; el corazón de la Biblia declara:

Que la historia de la Gracia de Dios comienza y termina con el Creador. Él nos envió a Su Hijo unigénito para descargar sobre Él toda la ira que nosotros merecemos. (Génesis 3:15).

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16).

Gracia favor que no merezco

El Dios amoroso se humana, baja, se inserta entre nosotros y vimos Su Gloria como la del unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad. (Juan 1:14).

Pero usted y yo somos tan depravados que lo llevamos a la muerte de cruz y lo crucificamos. ¿Está usted en este grupo? Espero que Dios esté dando luz a su alma del Santo Evangelio de Cristo.

Porque sólo reconociendo nuestro pecado horrible y creyendo en Su Hijo y en la obra de Su Cruz, no sólo Dios nos perdona todas nuestras iniquidades, sino que nos invita a Su Hogar, nos hace hijos y coherederos del Reino de los Cielos.

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. (Romanos 8:17).

¿Qué nombre le pudiéramos dar a esto? Sólo hay una palabra para describir la historia del amor de Dios, y esa palabra es GRACIA.​

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

(Efesios 2:8-9).

"Es que somos más pecadores de lo que realmente pensamos; pero a la vez somos más amados de lo que creemos".

 

Timothy Keller.

¡Que el Espíritu Santo trabaje! para que podamos mirar un poquito a la depravación interna del pecado que mora en nosotros y Su Santidad. Porque si sólo pudiéramos imaginar de una forma finita y minúscula el abismo que sucumbe entre ambos misterios, entonces estaríamos dando el primer paso hacia un delgado rayo de luz de la inmensurable Gracia de nuestro Salvador.  ¿Podrá usted entender lo siguiente?

"Cuando veo adentro de mi corazón y percibo su infinita maldad, creo que es un abismo más hondo que el infierno. Cuando oro, peco; cuando predico, peco; tengo que arrepentirme de mi arrepentimiento, y mis lágrimas necesitan lavarse en la sangre de Cristo." Jonathan Edwards.

Por tanto, concluyo que: Esta maravillosa Gracia de Dios, éste favor inmerecido del Creador hacia el hombre pecador que nada merece, será sin lugar a dudas, el tema inagotable por las edades eternas de los escogidos de Dios.

Mi tema, allá en la gloria, será contar la historia de Cristo y de su amor...

Grato es contar la historia - Himno Tradicional Cristiano
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