Sólo Dios,
puede pronunciar
tales palabras
Por Samuel Santiesteban
Siempre hay un grupo de agnósticos y ateos que no niegan la evidencia histórica de la persona de Jesús; sin embargo tienen un problema tremendo para aceptar la divinidad de Jesucristo.
En este ensayo quiero dejar claro a los lectores que a mí personalmente me bastarían estos pronunciamientos para creer en el Hijo de Dios y aceptarlo como mi salvador personal.
La Biblia nos describe su infancia de la manera siguiente: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres".
(Lucas 2:52).
El apóstol Juan nos da un dictamen teológico mucho más contundente: "Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". (Juan 1:17)
La gracia de Dios y la gracia de Jesús es la misma, y esta estuvo entre nosotros y se encarnó en Jesús, El Cristo: “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.”
(1ra de Corintios 1:4)
A las palabras que me quiero referir en este ensayo y que diría que encierran un desborde celestial del mismo trono de la Gracia de Dios, es la frase que Cristo Jesús dijera acerca de quienes lo mataban de una manera injusta y en esa muerte de cruz.
Francisco José Freeman, conocido por todos como Coco Freeman, es un cantante cubano quien lleva ya más de 20 años de una carrera profesional exitosa; sin embargo hace unos años atrás la Gracia de Dios lo alcanzó, tocó su corazón y quebrantó su vida, desde entonces él dio un giro total a toda su carrera profesional.
Hoy, reside en el estado de la Florida, y dedica su voz y su talento a la obra de Dios.
Ojalá que a mis lectores también les vibre el corazón al escuchar esta alabanza y que puedan meditar sobre la muerte de Jesús en la cruz del Calvario y en estas palabras tan excelsas de Jesucristo: ¡Perdónalos, Señor!
Le he preguntado a agnósticos y ateos si han conocido a otro hombre en la historia de la humanidad que haya pronunciado tales palabras cuando otros semejantes lo llevan a la muerte, y lo hacen sin escrúpulos.
No existe otro hombre que con la limpieza de corazón y la sinceridad santa que caracteriza a Jesús pueda pronunciar estas palabras sobre quienes de forma cruel lo asesinan:
Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. (Lucas 23:34).
En Jesús se contempla una vida excelsa que vive la desbordante gracia de Dios. Y hemos de mencionar algunos pocos ejemplos: El agua que sacia la sed de la mujer samaritana, Su reacción con una mujer adúltera. Su perdón a las tres negaciones de Pedro. Su gracia para con Tomás que quiere palpar sus heridas. Estos son algunos ejemplos de Su gracia revelada.
Porque no ha habido otro hombre en la historia de la humanidad, más amoroso, más dulce y más tierno que Jesús.
En el carácter y el temperamento de Jesús siempre encuentro la gracia de Dios encarnada, revelada a los hombres de una forma humana. En su perdón por los más pecadores sacio toda la sed de amor y de justicia que mi corazón anhela.
Personalmente pienso que La Gracia de Dios es evidente en la vida de Cristo; pero lo más sublime y celestial de Su Gracia se observa cuando en la agonía de su muerte pronuncia aquellas palabras célebres acerca de quienes lo crucificaban: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen".